¡Bienvenidos locas y locos!

Finalmente vuelvo siempre a donde empecé: la redacción. Miren que intento decir - buen, probemos con alguna otra cosa-. Pero no, hay algo en mí que quiere que escriba y escriba sin parar. ¿Acaso es mi inconciente? ¿Será que nuestra mente está al tanto de un destino que nosotros no podemos ver? ¿O puede pasar que es mentira que usamos una pequeña parte de nuestro cerebro y que en realidad esos conocimientos se van a un lugar que nuestra lógica no puede entender pero sí nuestro corazón?

En fin. Volví a escribir.

En este mismo momento estoy recordando mi primer poema ganador de un premio latinoamericano, que, pídanlo o no, lo pretendo publicar, sólo por regocijo propio.

Hoy estaba en el 130 volviendo de San Telmo y se me cruzó una idea genial: leemos un blog, leemos un libro, leemos la publicación de Pepita La Pistolera en Facebook. Pero hay algo que no hacemos con una escritura que va más allá de las letras y el papel (sí, podés escribir en el aire y sin letras). No sabemos leer a las otras personas, o no nos interesa.

Lo que suele pasar es que nos acordamos de que podemos leer a nuestros pares quizás en momentos en los que ya no vale la pena. Yo me di cuenta de esto en Junio del año pasado.

A lo que voy con todo esto es que este va a ser un blog MÍO. No les prometo originalidad, ni vanguardia, ni polémica, ni nada. Sólo les puedo prometer que esta soy yo, esta es Carolina escribiendo con todo su corazón.

Qué van a encontrar en mi blog: Disney, música, terror, travestis y mis propios contenidos.
Van a conocer mis proyectos y los que ya saben quién soy, van a descubrir a la Carolina simpática y abierta que pocos conocen.

Espero que mientras yo me divierto explotando mi cabeza sobre una hoja virtual, ustedes se entretengan explorando esa parte interna que pocos conocen: Mi Teatro Mágico.

Sepan comprender que no pretendo sorprender a nadie, así que síganme la corriente, disfruten, rían, lloren y griten conmigo.

Y recuerden...

En mi blog se sueltan todos, se van todos a las nubes.. ¡sólo para locos!